Tras la cirugía me dijeron que el postoperatorio iba bien… pero en casa empeoró rápidamente: qué significa y cómo interpretarlo

Muchos propietarios viven el mismo escenario: recogen a su animal tras una cirugía, el veterinario les dice que el postoperatorio “va bien”, y horas después en casa el animal empeora de forma evidente. Esta situación genera miedo, culpa, frustración y, sobre todo, dudas razonables:

¿Estaba realmente bien?

¿Fue un alta médica correcta?

¿Hubo falta de vigilancia?

¿Se podía haber evitado el empeoramiento?

Para entender qué ha ocurrido, es fundamental diferenciar entre un postoperatorio dentro de lo esperado, un alta precipitada o un fallo en la comunicación clínica.

Soy Andrés Santiago, perito veterinario experto, profesor universitario en Veterinaria Legal, deontología y bioética. Director del Observatorio Español de Pericia y Seguridad Veterinaria y presidente de la Sociedad Española de Pericia Veterinaria.

Cuándo un deterioro rápido en casa puede ser compatible con un postoperatorio inicialmente correcto

Existen intervenciones cuyo riesgo no termina al salir de la clínica. Hemorragias internas de aparición tardía, infecciones precoces, dolor mal controlado, complicaciones digestivas, trombos o inestabilidades anestésicas pueden manifestarse horas después, incluso si los parámetros eran adecuados al momento del alta.

En estos casos:

  • la cirugía estaba bien,
  • la monitorización era correcta,
  • y el alta se dio con criterios adecuados.

El deterioro en casa, aunque angustioso, puede ser una complicación inevitable y no necesariamente un error clínico. No todos los problemas se manifiestan en el centro veterinario.

Cuándo un alta quirúrgica puede ser prematura o incorrecta

No obstante, hay situaciones en las que el animal no debería haber sido enviado a casa:

  • cuando todavía no estaba suficientemente despierto,
  • cuando había signos de shock leve,
  • cuando la temperatura era baja o inestable,
  • cuando había vómitos persistentes,
  • cuando el dolor no estaba controlado,
  • cuando había evidencias de inestabilidad hemodinámica,
  • o cuando la cirugía era especialmente compleja y requería más horas de hospitalización.

Un alta prematura puede hacer que un deterioro esperable se produzca sin vigilancia profesional. En una pericial, esto se analiza con especial atención, especialmente si el animal fallece o sufre una complicación grave poco después de llegar a casa.

Cuándo el problema no es clínico, sino de comunicación insuficiente

Muchos conflictos aparecen porque al propietario se le dice que “todo va bien”, cuando en realidad debería recibir un mensaje más preciso:

  • “Va bien para este tipo de cirugía, pero hay que vigilar X.”
  • “Puede empeorar en casa por estos motivos.”
  • “Si ocurre esto, vuelve de inmediato.”
  • “El postoperatorio tiene riesgos durante las próximas 24 horas.”

Si al propietario no se le explican los signos de alarma, lo interpreta como un alta sin riesgo, y cualquier complicación posterior se vive como un fallo del veterinario. En una pericial, esto puede ser interpretado como un problema de comunicación, no necesariamente de mala praxis.

Qué hacer si tu animal empeoró en casa después de un alta quirúrgica

Para aclarar lo ocurrido, el propietario debe:

  1. Solicitar la historia clínica completa, incluyendo
    • parámetros al alta,
    • monitorización,
    • medicación administrada,
    • criterios usados para decidir la salida.
  2. Valorar si los signos que aparecieron en casa ya estaban presentes en la clínica.
  3. Revisar las instrucciones postoperatorias: qué se explicó y qué no.
  4. Solicitar una revisión independiente por un perito veterinario si el deterioro fue grave, rápido o incompatible con lo que la clínica afirmó.

Un peritaje permite saber si el alta fue correcta, si el empeoramiento era inevitable o si se cometió un fallo en la vigilancia o en la comunicación

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