Mi animal murió durante la noche en hospitalización y nadie lo estaba vigilando: qué significa y cómo saber si hubo negligencia

Perder a un animal durante la noche, cuando se supone que está bajo cuidados veterinarios, es una de las experiencias más traumáticas para cualquier propietario. La sensación de abandono es inmediata. Y la duda también:

¿Había alguien vigilando?

¿Se controlaron las constantes?

¿Deberían haberlo derivado a un hospital con personal 24h?

¿Fue un fallecimiento inevitable o hubo un fallo en la monitorización?

Entender qué ha pasado realmente requiere analizar documentación, tiempos, vigilancia y decisiones clínicas.

Soy Andrés Santiago, perito veterinario experto, profesor universitario en el área de Veterinaria Legal, deontología y bioética. Director del Observatorio Español de Pericia y Seguridad Veterinaria y presidente de la Sociedad Española de Pericia Veterinaria.


Qué debe incluir una hospitalización nocturna para considerarse segura

Un animal hospitalizado debe tener:

  • controles periódicos de constantes vitales (frecuencia respiratoria, cardíaca, mucosas, temperatura),
  • valoración del dolor,
  • revisión de la medicación,
  • anotaciones de evolución,
  • disponibilidad de personal para actuar si empeora,
  • protocolos de emergencia claros.

todo ello debe quedar documentado.

Cada centro tiene diferentes niveles de recursos, pero si acepta un animal en hospitalización nocturna, debe asegurar una vigilancia mínima adecuada al estado del paciente.


Cuándo un fallecimiento nocturno puede ser inevitable

Hay casos donde, incluso con controles adecuados, el deterioro puede ser súbito:

  • arritmias malignas,
  • tromboembolismos fulminantes,
  • rupturas espontáneas (bazo, tumores, aneurismas),
  • paradas respiratorias en animales críticos,
  • complicaciones sistémicas de evolución muy rápida.

Si el animal estaba grave, inestable o tenía una enfermedad avanzada, su fallecimiento puede no ser atribuible a una falta de vigilancia.

Pero esto debe poder demostrarse en la documentación.


Cuándo la falta de vigilancia nocturna sí puede indicar negligencia

Aquí es donde más conflictos aparecen.

Hay responsabilidad cuando:

  • no hay personal presencial y no se informó al propietario,
  • las constantes vitales no se registraron,
  • las anotaciones son muy escasas o inexistentes,
  • el animal estaba inestable y aun así se dejó sin vigilancia activa,
  • no existía capacidad para atender una emergencia,
  • no se derivó a un hospital 24h pese a la necesidad,
  • no se avisó al tutor del riesgo real.

En una pericial, la ausencia de anotaciones nocturnas es uno de los indicios más claros de un manejo inadecuado.


Qué debe hacer el propietario para saber si hubo un fallo en la vigilancia nocturna

  1. Solicitar la historia clínica completa, incluyendo:
    • controles nocturnos,
    • medicación,
    • tiempos exactos de cada anotación,
    • informes de turno,
    • presencia o ausencia de personal.
  2. Valorar si la gravedad del animal justificaba vigilancia continua o incluso un traslado a un centro con UCI.
  3. Solicitar un análisis independiente por un perito veterinario cuando:
    • el animal estaba grave,
    • no hay controles documentados,
    • el fallecimiento fue inesperado,
    • o la explicación no coincide con la documentación.

Un peritaje puede determinar si el fallecimiento fue inevitable o si hubo un fallo en la vigilancia, comunicación o toma de decisiones clínicas.

Deja un comentario