Las pruebas diagnósticas son una pieza esencial en la medicina veterinaria moderna y, cuando aparece un conflicto, se convierten en uno de los elementos más importantes del análisis pericial. Radiografías, ecografías, análisis de sangre, informes histopatológicos o estudios avanzados permiten reconstruir el estado real del paciente y evaluar si las decisiones clínicas tomadas fueron adecuadas. Comprender cómo influyen estas pruebas en una pericial es clave para interpretar correctamente un caso.
Soy Andrés Santiago, perito veterinario experto, profesor universitario en el área de Veterinaria Legal, deontología y bioética. Director del Observatorio Español de Pericia y Seguridad Veterinaria y presidente de la Sociedad Española de Pericia Veterinaria.
Pruebas diagnósticas como evidencia objetiva para reconstruir el estado del paciente
En una evaluación pericial, las pruebas diagnósticas permiten saber con precisión qué le ocurría al animal en cada momento. Una radiografía puede mostrar la gravedad real de una lesión traumática; una ecografía puede revelar alteraciones que justifican la evolución posterior; una analítica puede demostrar si existían infecciones, fallos orgánicos o alteraciones metabólicas que influyeron en el resultado. Estas pruebas eliminan dudas subjetivas y permiten al perito comprender el escenario clínico con exactitud. Sin ellas, muchos casos quedarían abiertos a interpretaciones que dificultarían saber si el tratamiento fue el adecuado.
Cómo se relacionan las pruebas con la lex artis y las decisiones clínicas
Una parte fundamental del análisis pericial consiste en valorar si las pruebas diagnósticas realizadas fueron las correctas, si se pidieron a tiempo, si se interpretaron adecuadamente y si las decisiones derivadas de ellas fueron coherentes. Por ejemplo, no realizar una radiografía en un traumatismo, no hacer un análisis preanestésico en un paciente de riesgo o interpretar erróneamente una ecografía pueden influir directamente en la evolución del caso. El perito compara lo que se hizo con los protocolos y guías clínicas aceptadas para determinar si una prueba omitida, realizada tarde o mal interpretada contribuyó al desenlace. Esta relación entre evidencia diagnóstica y decisiones clínicas es uno de los pilares para determinar responsabilidad profesional.
El valor de las pruebas en reclamaciones, defensas y resolución de conflictos
Las pruebas diagnósticas no solo ayudan a comprender el caso clínico, sino que son determinantes para resolver conflictos, reclamaciones y defensas profesionales. En un acuerdo extrajudicial, aportan claridad al propietario y respaldan la actuación del veterinario cuando las decisiones fueron correctas. En un juicio, permiten explicar al juez, de forma comprensible, qué información tenía el profesional y qué opciones clínicas eran razonables. Cuando la documentación diagnóstica está completa y bien interpretada, el análisis pericial es mucho más sólido; cuando falta o es inconsistente, la reclamación puede fortalecerse, ya que dificulta demostrar que la actuación fue adecuada. Por ello, las pruebas diagnósticas son uno de los elementos que más peso tienen en cualquier informe pericial.